Después de una dura huelga indefinida, luchando contra la administración, compañeros esquiroles, autoescuelas, incluso con la sociedad, el colectivo de examinadores ha conseguido ese reconocimiento salarial, tan deseado y merecido. Nos alegramos muchísimo por nuestros compañeros examinadores y sabemos que los siguientes tenemos que ser nosotros.
Nuestras más sinceras felicitaciones a los compañeros examinadores que lucharon y sostuvieron la huelga a pesar de todas las dificultades conscientes de que era un paso necesario para dignificar su profesión. A los examinadores esquiroles les pedimos, como ciudadanos que pagamos impuestos, que renuncien al complemento específico y que este dinero se destine a políticas sociales. Por dignidad deberíais renunciar a cobrar este complemento que han luchado vuestros compañeros.
Deseamos que, con esta mejora salarial, los examinadores se sientan más gratificados y puedan ejercer con responsabilidad sus funciones. El reconocimiento económico de su función social tiene que servir para poder reclamar una mayor profesionalidad y formación de los examinadores. Asimismo, tiene que ser un primer paso para revertir el modelo Low Cost de la formación vial y para que los profesores de formación vial vean también reconocida su labor y empecemos a dar pasos para salir de la precariedad laboral.
Se dice que después de la tormenta llega la calma. Eso deben pensar los propietarios de autoescuelas. Lo que no saben es que la calma es tensa y que sus barcos hacen aguas. ¿Cómo justifica la CNAE y la patronal empresarial la diferencia salarial entre examinadores y profesores de formación vial? ¿Cómo pueden justificar los empresarios de la formación vial los salarios mileuristas de sus trabajadores por jornadas extenuantes? ¿Cómo pueden justificar la precariedad laboral que azota a la profesión?
Este sector necesita un rumbo estable, dentro de la legalidad, y una una profesionalización de los trabajadores si queremos que la seguridad Vial no naufrague. Las demandas laborales de los trabajadores asalariados del sector de las autoescuelas son justas: sentirse gratificados por una labor poco reconocida, poder conciliar la vida laboral y familiar y que todo ello derive en una mejora del sector y de la seguridad vial.
Para conseguirlo, ¿será necesario que los profesores sean los siguientes en ir a la Huelga? Esperemos que se busquen soluciones con sentido común por el bien de todo un sector.
Sea como sea, las sardinas conseguirán sus objetivos!